viernes, 21 de noviembre de 2008

Hogar: Lugar Seguro?







Muchas veces pensamos que nuestro hogar es un lugar seguro, un lugar donde nadie nos puede hacer daño, donde podemos estar a salvo de la violencia que se vive en la calles.





Pero sin pensarlo ese hogar seguro se convierte en un calvario para la persona afectada sea mujer, niño, niña e incluso hombre como evitarlo?.








En los niños: Enseñarles desde pequeños a que respeten su cuerpo, a tener comunicación con sus padres, cuando quieran hablar/conversar de algún tema en particular ser sinceros, enseñarles sus derechos, etc.










En los adultos: Evitar peleas frente a los niños, tratar de dialogar en vez de llegar a los insultos verbales que conllevan a los golpes.





En fin siempre que se presente este tipo de violencia en casa, tratar de evitarlos como dije antes llegar al dialogo seria lo mejor, y si persiste el problema buscar ayuda.



























miércoles, 19 de noviembre de 2008

La Señora Thompson

Al inicio del año escolar una maestra, la señora thompson, se encontraba frente a sus alumnos de quinto grado. Como la mayoría de los maestros, ellos miro a los chicos y les dijo que a todos los quería por igual. Pero era una gran mentira, porque en la fila de adelante se encontraba, hundido en un asiento, un niño llamado Jim Stoddard. La señora thompson lo conocía desde el año anterior, cuando había observado que no jugaba con sus compañeros, que sus ropas estaban desaliñadas y que parecía siempre necesitaba un baño. Con el paso del tiempo, la relación de la señora thompson con Jim se volvía desagradable, hasta el punto de que ella sentía gusto al marcar las tareas del niño con grandes tachones rojos y ponerle cero. Un día, la escuela le pidió a la señora thompson revisar los expedientes anteriores de los niños de su clase, y ella dejo a Jim de último. Cuando lo reviso, se llevo una gran sorpresa.

La maestra de Jim en el primer grado había escrito:“es un niño brillante, con una sonrisa espontánea. Hace sus deberes limpiamente y tiene buenos modales; es un deleite estar cerca de el.
”La maestra de segundo grado puso en su reporte:“Jim es un excelente alumno, apreciado por sus compañeros, pero tiene problemas debido a que su madre sufre una enfermedad incurable y su vida en casa debe ser una constante lucha.
”La maestra de tercer grado señalo:“la muerte de su madre ha sido dura para el. Trata de hacer su máximo esfuerzo pero su padre no muestra mucho interés, y su vida en casa le afectara pronto si no toman algunas acciones.
”La maestra de cuarto grado escribió:“Jim es descuidado y no muestra interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones se duerme en clases.”

La señora thompson se dio cuenta del problema y se sintió apenada consigo misma. Se sintió aun peor cuando, al llegar la navidad, todos los alumnos le llevaron sus regalos envueltos en papeles brillantes y con preciosos listones, excepto Jim el suyo estaba torpemente envuelto en el tosco papel marrón de las bolsas del supermercado.

Algunos niños se comenzaron a reír cuando ella saco de esa envoltura un brazalete de piedras al que le faltaba algunas, y la cuarta parte de un frasco de perfume. Pero ella minimizo las risas al exclamar: “¡Que brazalete tan bonito!”, mientras se lo ponía y rociaba un poco de perfume en su muñeca. Jim Stoddard se quedo ese día después de clases solo para decirle:”Señora Thompson, hoy usted olio como mi mama olía”.

Después pues de que el se fue, ella lloro por largo tiempo. Desde ese día renuncio a enseñar solo lectura, escritura y aritmética y comenzó a enseñar valores, sentimientos y principios. Le dedico especial atención a Jim. A medida que trabajaba con el, la mente del niño parecía volver a la vida; mientras mas lo motivaba, mejor respondía. Al final del año se había convertido en uno de los más listos de la clase.

A pesar de su mentira de que los quería a todos por igual, la señora Thompson apreciaba especialmente a Jim. Un año después, ella encontró debajo de la puerta del salón una nota en la cual el niño le decía que era la mejor maestra que había tenido en su vida.

Pasaron seis años antes de que recibiera otra nota de Jim; le contaba que había terminado la secundaria, obteniendo el tercer lugar en su clase, y que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.

Cuatro años después la señora Thompson recibió otra carta, donde Jim le decía que, aunque las cosas habían estado duras, pronto se graduaría de la universidad con los máximos honores. Y le aseguro que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.

Pasaron cuatro años más y le llego otra carta; esta vez Jim le contaba que, después de haber recibido su titulo universitario, había decidido ir un poco más allá. Le reitero que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida. Ahora su nombre era mas largo; la carta estaba firmada por el Doctor James F. Stoddard, M.B.

El tiempo siguió su marcha, una carta posterior, Jim le decía a la señora Thompson que había conocido a una chica y que se iba a casar. Le explico que su padre había muerto hacia dos años y se preguntaba si ella accedería a sentarse en el lugar que normalmente esta reservado para la mama del novio. Por supuesto, ella acepto. Para el día de la boda, uso aquel brazalete con varias piedras menos y se aseguro de conseguir el mismo perfume que le dio en aquel entonces. Se abrazaron y el doctor Stoddard le susurro al oído de su antigua maestra:

“Gracias por creer en mi. Gracias por hacerme sentir importante y por enseñarme que yo podía hacer la diferencia”.

La señora Thompson, con lágrimas en los ojos, le contesto:

“Estas equivocado, Jim: fuiste tu quien me enseño que yo podía hacer la diferencia. No sabia enseñar hasta que te conocí”.

Las experiencias (gratas o desagradables) que obtenemos a lo largo de nuestras vidas marcan lo que somos en la actualidad. No juzgue a las personas sin saber que hay detrás de ellas; de les siempre una oportunidad de cambiar su vida.